Fortuna - amada y venerada
y eso ya en el siglo VI a.C.
No es de extrañar que se diga que el rey Servio Tulio (fallecido en 534 a.C. y presumiblemente sexto rey de Roma) dedicó 26 templos a la diosa Fort una. Según la leyenda, era hijo de una esclava y, gracias al favor de la diosa de la fortuna, hizo carrera y ascendió al trono romano. La diosa debió de hechizarle cuando le hizo una visita y eligió la ventana como entrada, porque -también esto es posiblemente sólo leyenda- él introdujo entonces su culto, que pronto se extendió por todo el país.
- Medidas del relieve: 35x20 cm aprox.
- Lugar de hallazgo: Germania superior, Walhein, distrito de Ludwigsburg
- Original en el Landesmuseum de Stuttgart
- Colgado en la parte posterior del relieve de Fortuna
Templo de Fortuna en Roma
Parece que se trataba de un nicho de mercado, ya que pronto aparecieron lugares de culto a la diosa Fortuna por todo el Imperio, en Roma, Antium y Lacio. Sólo en Roma se conocen 30 templos de Fortuna, uno de ellos en la Vía Campana, al otro lado del Tíber. Pero no sólo Servio Tulio adoraba a la diosa; hay pruebas de que ciudadanos particulares, legionarios, cónsules y emperadores la veneraban por igual. En el Campo de Marte, cerca de la Porta Triumphalis, Augusto y Domiciano mandaron construir un templo a Fortuna.
Fortuna era bella, serena, alegre, amada y venerada mil veces.
Se pedían e imploraban sus poderes auspiciosos. La gente siempre tiene deseos, está en apuros y necesita ayuda. ¿Quién se dirigió a ella y le imploró que derramara su cornucopia? Hace más de dos milenios, la gente le hacía sacrificios y le imploraba que les diera suerte, éxito y un giro decisivo al destino.
El24 de junio era su gran día. Fors Fortuna era honrada en la Vía Campana y en el Tíber. Una magnífica procesión de barcazas engalanadas bajaba por el Tíber, pasando junto a los santuarios, bebiendo vino y riendo. La procesión también pasaba por los lagos de sal, por lo que se cree que Fortuna también protegía el transporte de sal.
Se la representaba con una cornucopia, un orbe y un timón. De Isis tomó el disco lunar y el caduceo. Agricultores y marineros también acudían a la diosa, pues guiaba las fortunas de la tierra y el mar.
El relieve, bellamente enmarcado, muestra a la diosa con quitón y manto. En la cabeza lleva una diadema, en la mano derecha sostiene el timón y en la izquierda la cornucopia.
¿Hay alguien que no necesite suerte?
La pequeña diosa Fortuna es un regalo maravilloso para cualquiera al que se le desee suerte.
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