El Lararium - Ofrendas en el retablo
Se cree que en todos los hogares romanos existía un lararium, un retablo romano. Estos santuarios o altares estaban dedicados a los dioses del hogar y a los espíritus de los antepasados. Dependiendo de la profesión, cada romano tenía un dios particular como patrón. Un artesano, por ejemplo, ofrecía cada día pan, fruta y otras cosas a la diosa Minerva en su altar romano personal. Si se trataba de un herrero, invocaba a la deidad Vulcanus, a la que pedía apoyo para sus trabajos de herrería. Si era poeta, rendía culto al dios Apolo y esperaba el beso de las Musas.
Dioses para cada situación
Para cada profesión había uno de los numerosos dioses a los que la gente pedía ayuda y protección a diario. Los lares eran los dioses protectores personales de las casas. En el mundo antiguo, se creía que los dioses domésticos eran las almas de los antepasados difuntos. Para que fueran clementes y serviciales, también se les hacían sacrificios diarios en el retablo romano.
- Fabricado con el mejor yeso de alabastro
- fabricado en Alemania
- tamaño 30x28 cm
- con suspensión
Ricos o pobres
El retablo romano solía situarse en el atrio, la estancia principal de la casa. En Pompeya se encontraron lararios artísticos y en su día coloridos. Aquí se puede ver que cada casa tenía su propio lararium individual. Los ornamentados retablos romanos muestran la importancia que tenían para los antiguos sus antepasados y sus dioses. A través del mobiliario y los detalles artísticos, aún hoy se puede ver lo adinerada que era una familia.
El retablo para tocar
El retablo romano acerca a sus alumnos a la religión y la tradición del mundo antiguo. Sólo con mirar el retablo romano se despierta la curiosidad por las muchas deidades diferentes que existían en aquella época. Este relieve tan detallado es un magnífico objeto visual para las clases de arte.
Adjuntamos un bello ejemplo de pintura del Museo Winckelmann de Stendal, en un nicho de la pared.
Forum Traiani ® marca registrada