Tallado del sílex - natural
El sílex debe su nombre al hecho de que puede utilizarse para encender fuego. Cuando el sílex y los metales o la pirita ferrosa o la marcasita se golpean entre sí en el ángulo correcto, se crean chispas que pueden utilizarse para encender fuego. Este hecho ya era conocido por nuestros antepasados en la Edad de Piedra. Sin embargo, éste no era ni mucho menos el único fin ni el más importante para el que se utilizaba.
"Encendedor de la Edad de Piedra"
Hasta la aparición de las cerillas en el siglo XIX, el acero y la piedra se utilizaban como encendedores. Estos "encendedores de la Edad de Piedra" consistían en un pedernal, polvo fácilmente combustible o material de fibra fácilmente inflamable, normalmente yesca, y pirita o marcasita. La piedra que realmente producía el fuego era la pirita o marcasita y, más tarde, el acero.
- El sílex se astillaba unos 3-5 cm
- por piedra
Uso versátil a través de los tiempos
El sílex ya se utilizaba en la Edad de Piedra para fabricar herramientas cortantes y armas. Desde el siglo XVI hasta el XIX, se utilizó como auxiliar de encendido en los rifles de pedernal. La piedra se golpeaba contra una pieza de hierro a gran velocidad. Las chispas creadas durante este proceso encendían la pólvora negra.
Hoy en día se utiliza como agente de pulido y amolado, pero también para fabricar hojas muy especiales para bisturíes quirúrgicos.
Los hombres de la Edad de Piedra eran maestros en la fabricación de herramientas cortantes y afiladas a partir de esta piedra fácil de partir y moldear, y a lo largo de milenios perfeccionaron su técnica de golpeo para trabajar esta importante materia prima. En cierto modo, el sílex fue el precursor del acero.
Comenzó en el Paleolítico con toscos raspadores o hachas de mano fabricadas con esta materia prima. Éstas aún no tenían mango, sino que se agarraban y guiaban con toda la mano. En el Neolítico ya se conocían cuchillos, taladros y hachas con mango de madera. Se utilizaban distintas técnicas de percusión, según lo que se quisiera fabricar. Los artesanos de la Edad de Piedra dominaban a la perfección estas diferentes técnicas y en muchos lugares alcanzaron un grado de destreza extraordinariamente alto en el trabajo de este material durante el Neolítico.
El sílex se extraía con los medios más sencillos en minas de la Edad de Piedra, a veces incluso subterráneas. En Europa se conocen un centenar de estas minas de piedra. Los comerciantes lo llevaban a zonas donde no había yacimientos naturales. Los arqueólogos pueden reconstruir las rutas comerciales de la Edad de Piedra a partir de los hallazgos de sílex, ya que los objetos fabricados con esta piedra se conservan casi para siempre.
Composición química
Desde el punto de vista químico, el sílex está formado principalmente por dióxido de silicio y agua. Cuando está fresco, su color suele ir del gris claro al negro, pero también puede ser gris, marrón o verdoso o, muy raramente, rojo. Cuando se deteriora, adquiere un color lechoso. A menudo presenta una estructura en forma de cebolla.
La roca de silicato meteorizada, pero también componentes orgánicos como cocolitóforos, diatomeas y radiolarios, fueron la materia prima de esta roca.
Presencia de sílex
El sílex se encuentra sobre todo cerca de la costa, pero también puede hallarse como reliquia de la era glacial, debido al transporte en el hielo glacial, en rocas sedimentarias del interior.
¿Por qué no prueba a encender un fuego con nuestro cincel y un sílex de nuestra tienda como hacían nuestros antepasados en la Edad de Piedra y antepenúltimo siglo?
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