Gladius - Espada corta romana fielmente reproducida al detalle.
¡Conviértete en un legionario listo para la batalla con la Gladius!
La espada corta, cuidadosamente elaborada, está hecha de madera maciza de haya encolada y pintada con esmero. Con sus 53 cm de longitud, el gladius se corresponde con la herramienta de combate original de la época romana. La espada está reforzada desde la empuñadura torneada hasta la hoja con una varilla metálica roscada, que garantiza la mejor estabilidad en la batalla. Este gladius para legionarios es un artículo de calidad de fabricación alemana. Pide ahora tu gladius y descubre los accesorios a juego para tu equipamiento de gladiador.
- Longitud del armazón 53 cm
- auténtica madera de haya
- barra de metal incrustada para máxima resistencia
- Fabricación alemana
Gladius - una pequeña obra maestra del arte del herrero romano
Ya en los siglos III y II a.C., el gladius se utilizaba en acciones bélicas en Roma. Casi con toda seguridad fue adoptado por los celtíberos durante las guerras púnicas entre Roma y Cartago, razón por la que a menudo se denominaba gladius hispaniensis.
El gladius era una de las armas más importantes de los legionarios y sus auxiliares, a menudo esclavos. Era un arma ofensiva con una hoja de unos 9 cm de ancho, 50 - 55 cm y un peso de 1,2 - 1,6 kg. Se llevaba en el lado derecho del cuerpo en una vaina formada por dos tablas de madera recubiertas de cuero. Más tarde, las hojas se hicieron más cortas y estrechas. Esto repercutió en el peso: el gladius pesaba entonces sólo 1 kg y era más manejable. Los herreros romanos desarrollaron una gran habilidad en su fabricación. La hoja era de hierro, la cuchilla de bronce y el mango, normalmente estriado, de hueso y madera.
A menudo estaba ricamente decorada con ornamentos de metal repujado, estampado o prensado y servía de adorno a su portador.
El legionario romano viajaba con un pesado equipaje
El trabajo de un legionario no era ciertamente fácil.
Su equipaje pesaba casi 50 kg, que debía llevar consigo en las campañas bélicas. Además del gladius, poseía, entre otras cosas, el scutum, un gran escudo rectangular que se llevaba en una vaina de cuero para protegerlo. También la coraza, normalmente una armadura de cadenas, rieles o escamas, el pugio (un puñal de doble filo), un casco y una lanza arrojadiza, la pila. Además de todos estos utensilios de guerra, tenía que llevar sus pertenencias personales, como ropa, utensilios para cocinar y comer, cinturones, lámpara de aceite, peine y una capa abrigada que le protegía de la lluvia y le servía de colchón para dormir por la noche.
Tenía que cocinar y pagar su propia comida, así como parte de la pequeña tienda en la que dormía junto a otros siete soldados.
La legión en la que combatió era una compañía jerarquizada y estrechamente organizada de hasta 11.000 hombres en ocasiones (tropas auxiliares incluidas).
Estaba dirigida por un estado mayor de 11 oficiales, con otros superiores en los pequeños subgrupos. El superior de un pelotón de cien hombres era el centurión. Se le reconocía por el casquillo transversal de su casco, y también portaba un gladius.
Táctica legionaria romana
Tácticamente, el gladius sólo se utilizaba después de los ataques con la lanza arrojadiza. Cuando las lanzas se clavaban en los escudos del ejército enemigo y los soldados veían así limitada su libertad de movimientos, los legionarios romanos golpeaban con el gladius.
Una réplica de alta calidad de la espada corta romana
El gladius, de 53 cm de longitud, es de madera maciza de haya encolada y está elaboradamente pintado.
La espada corta corresponde a su original de la época romana, una varilla metálica roscada continua desde la empuñadura torneada hasta la punta de la espada proporciona estabilidad para el juego de rol.
El hermoso gladius recuerda el apogeo de la cultura romana hace más de dos milenios, que marcó la pauta para todos los países europeos.
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