Pugio, una daga romana de madera
¡Incluso el mejor soldado romano no era nada sin su equipo!
"Los hombres más valientes estaban protegidos de la cabeza a los pies por su armadura...", según Josefo Flavio, "Guerra judía" III.7,24 en los años 60 del siglo I d.C.
El pugio, una daga legionaria romana, formaba parte fija de ella.
- Longitud: 34 cm
- Material: madera de haya auténtica
- Origen: Alemania
Origen y función del pugio
Pugio del latín p?gi? : "daga", representa una de las armas ofensivas más populares de un soldado de infantería en la antigua Roma del siglo I d.C. Probablemente desde finales del siglo II d.C., pero a más tardar a principios del siglo III, vuelve a cobrar importancia como parte fija del equipo de un guerrero romano.
Se llevaba en el lado izquierdo, directamente en el cinturón (= cingulum).
El pugio romano se utilizaba junto a la espada (=gladius) como arma secundaria práctica.
Al igual que la espada, la daga procede de la Península Ibérica.
Debido a su construcción extremadamente resistente, se supone que el pugio romano no sólo estaba destinado a asestar el golpe mortal definitivo al adversario, sino también para asestar golpes en un estrecho radio de combate, opcionalmente como sustituto de la vaina de la spatha o de la espada.
Descripción del pugio
El pugio romano, tenía una hoja ancha de doble filo que se estrechaba desde la empuñadura hasta la punta. Para cumplir la función descrita, la daga estaba equipada con un refuerzo longitudinal adicional. La punta era puntiaguda. La empuñadura solía ser de madera, hueso o metal. Existían diferentes versiones del pugio romano. Por ejemplo, la hoja podía tener de 17 a 25 cm de largo y de 3 a 5 cm de ancho. Las diferencias también se aprecian en el equipamiento.
El pugio romano se confunde a menudo con el parazonium. También la diferencia con otros tipos de dagas o cuchillos largos mencionados por los autores antiguos (como el clunaculum y la lingula) es bastante borrosa hoy en día y debería especificarse con más cuidado.
El objeto de la colección es una réplica hecha a mano de los hallazgos romanos. La réplica está hecha de auténtica madera de haya. El mango está torneado y sólidamente encolado.
Contextos:
El pugio romano solía ir protegido en una vaina de metal y alma de madera. Esta última llevaba a veces una decoración muy rica o estaba recubierta de plata. Con ello se pretendía resaltar el propio estatus.
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